Cada noche todos los humos,
como un incendio colectivo
se elevan altos en el cielo,
el del incienso, oración en penumbra.
Atrapadas las luces tras los ojos,
es nuestra noche oscura
de la que nacen todos los espectros
y rogamos disimuladamente
que nos devuelva el día.
27. Cada noche
