No te estaría deseando pero te estaría deseando al mismo tiempo. Te olvidaría inmediatamente, nula existencia, pues si te olvidara no habrías existido, cruel ignorancia y aún así, la memoria entregada a su intermitencia me sacudiría del polvo acumulado. Te sufro, ya que no puedo quererte, la sombra persigue y sufre ambas oscuridades, nuestras las dos, a cual más feroz, el amanecer y el atardecer en desacuerdo común.
