Un poco de agua para nuestros labios
hondamente cortados por el paso del frío,
un poco de agua para este deseo
inútil a la voluntad del verso,
un poco de agua al cruzar el verano:
recompensa de atardeceres,
dedos hastiados, manos inocentes,
un poco de agua, solo
y comer caramelos.
Pero una voz se enfrenta, boca inquieta
y sus palabras por sonar tan bajo,
son heridas en la conciencia,
el estado del alma, justamente,
se recoge temprano.