Ya se sabe, los monos por las ramas,
por senderos mojados las culebras,
hombres por los tejados;
el movimiento curvo de la tierra
vibra sobre las piedras sibilante,
en verano la arena,
en invierno la hierba, sin zapatos,
el suelo de madera y poco más,
por eso los descalzos nos llamaban.
(A María Urrutia)