Manos sin duda las del hombre sabio,
suaves en el pelo enredadas
pequeñas manos acariciadoras,
alegres las sombras alumbran
manos vivas dotadas de silencio,
la paz descubren de luna manchadas.
Constante sintonía muda,
redondeces tibias transmiten,
se mecen al calor las manos.
Sueño, abandono, noche oscura,
nunca ocupaste en tu seno negro
tan dulcemente un cuerpo de hembra.